viernes, 25 de febrero de 2011

Carlitos, Julio y una terrible lavada de cabeza.


No llego a mi meta de ventas. No llego. Es duro. Es triste y me pone mal. Pero es así. ¿Podría haber llegado? Obviamente que sí. Ya les dije. Soy bueno en lo que hago. Pero hay serias fallas en mi manera de ser, sobre todo cuando pongo en práctica eso que digo que soy.
Ayer, todo se dio para que fuera a tomar un café donde van Carlitos, el mejor vendedor de la sucursal, y Julio, que no es el mejor, pero es bueno en lo que hace, y tiene un corazón muy grande, solo comparable con su bocaza desubicada, políticamente incorrecta.
Me sentía desanimado, y con vergüenza. No podía ser que hubiera vendido tan poco. Y no es que quiera ser sobre exigente conmigo pero es notorio para mí y para la gente que me conoce bien que podría estar por encima de la media, y este mes, no pude. Hace rato que no puedo.
Pedí una promo desayuno, y después de tomar dos sorbos y comer un bocado de medialuna vino la pregunta de Julio: ¿Qué te pasa que estás tan bajo? Prometí que les iba a decir la verdad y les conté de que estaba haciendo un curso de oratoria, que estaba colaborando con un amigo que está armando una exportadora de alimentos y que no supe organizarme con los tiempos. No les dije que también hubo una semana en que me agarró mi pelotudez mental de sentirme vacío y preguntarme para que hago lo que hago y que por esa razón casi no trabajé.
Carlitos escuchaba en silencio. Julio me aconsejaba que no pusiera todos los huevos en distintas canastas, que no iba a hacer bien ni una cosa ni la otra, que no podía ser que siendo como era estuviera tan bajo, que salía de estar en un problema (¿se acuerdan que les conté que un compañero había robado y todo éso?) y que acá podía ganar la plata que yo quisiera sin tantos problemas.
Les confesé que Lau estaba un poco cansada de tanta inestabilidad emocional y económica y que me avergonzaba que Norita (una vendedora que confundió un microondas con una tele) vendiera más que yo, que ganara más. Carlitos habló indignado. No estaba enojado pero se lo veía molesto porque yo no podía entender algo que para él era obvio, y en realidad, para mí también lo era.
Varias veces durante el "sermón" de Carlitos tuve que aguantar las ganas de llorar. Se me hacía un nudo en la garganta. Sus palabras eran un espejo que me chantaba en la cara todos los errores que estaba cometiendo. Errores que ellos no conocían. Me dolían y me avergonzaban. Lo mal que administraba la plata, lo poco que me valoraba a mi mismo, el problema innecesario que le causaba a mi familia mi inestabilidad emocional y económica, el pensar que mi familia podría estar mucho mejor, y yo también. Me hacía ver que mis acciones no eran congruentes con mi forma de pensar. Me hizo ver que estaba viviendo como un perdedor, y que estaba arrastrando a mi familia conmigo. Ya él me había dicho: "No te creas el mejor, se el mejor"
Les confieso mi gran carencia, mi gran defecto: No estoy valorando lo que soy, y mi lugar en el mundo. Me menosprecio. Tengo puestos los lentes equivocados. Como consecuencia mis acciones son erráticas y no logran resultados permanentes. No vivo la vida que merezco vivir. Siempre buscando "algo más" porque en el fondo, me veo vacío y mediocre. ¡Que pelotudo!
Cuando me fui casi no podía manejar. Mi corazón explotaba. Llegué a casa y le escribí como 5 hojas a Lau con respecto a lo que pensaba y lo que iba a hacer. Con todo lo que me di cuenta. No estoy viendo mi propia grandeza. No estoy actuando como un ganador. Y le dí poco valor a la gran creación de mi vida: Mi familia.
¿Les confieso el pensamiento más boludo que tengo? Que ser buen padre, buen marido e ir a trabajar no es nada y no es de grandes hombres. Y yo quiero ser un gran hombre. Por pensar eso estaba por debajo de cualquiera, y llevando a mi familia a una vida de miserias. ¡Que pedazo de pelotudo! Egoísmo en estado puro, y en dosis nocivas.
¿Que hombre no daría un brazo porque las hijas lo esperen y festejen, que una esposa lo ame y le guste hacer el amor con uno, tener un trabajo donde puede ganar 5 veces como mínimo lo que gana la media trabajando lo mismo, y encima en algo que ame, y encima que sea bueno haciendo eso? Señores, yo tengo todo éso, ¿y saben qué? No lo veo. Por eso tanta inestabilidad.
Hoy fue el último día que me sentí mal y con lástima de mi mismo. Ahora hay que arreglar lo mal hecho, ultra valorarme, y vivir la vida que yo y mi familia merecemos. Por lo distintos que somos, extraños, extraterrestres, locos de amor. Por éso.
SER-HACER-TENER. Es hora de valorarme y de "Hacer" lo que hay que hacer para tener la vida que soñamos, y que por todo lo que somos, es absolutamente posible.
¡Gracias Carlitos, Gracias Julio! Les debo una grande (ni se les ocurra pedirme guita)

domingo, 20 de febrero de 2011

Exito y Fracaso: Dos hermanos mellizos.


Un cuentito al mejor estilo Bucay -¡después no me digan que es plagio que el cuento es mio eh!-.
"Éxito y Fracaso son dos hermanos mellizos y van a todos lados juntos. NO SE SEPARAN aunque poseen sutiles diferencias que es bueno comprender para poder tratar con estos hermanitos.
Fracaso siempre entra primero si lo invitás a un proyecto, cualquiera que sea. No es muy agradable verlo, y siempre entra con cara de pocos amigos. Es irritante porque si lo escuchás con atención tiene una honestidad brutal. Te da ganas de trompearlo y te dice cosas que te hacen doler. Pero lo peor es que hace que digas cosas de vos mismo que no son verdad. porque mientras él está vos te decís que sos un boludo y todas esas estupideces, cuando en realidad él nunca te dice eso. Fracaso solo dice en que le chingaste.
Fracaso es el más sabio de los dos. Si lo escuchás tiene unas cosas increíbles para enseñarte. Da la sensación que primero te escupe las cosas en la cara, después se calma y te dice lo mismo y agrega todo lo que tenés que mejorar para ver al hermano, a Éxito. Lo mejor que hay para llevarse bien con él es no esquivarlo ni tenerle miedo. El quiere ser siempre tu mejor amigo. Pero tenés que bancarte su forma de ser. Es duro. Pero sincero y con una sabiduría que si sabés aprovechar te hace un hombre grande.
Éxito es distinto. Es agradable. Es joda pura. Estás con él y sentís que te querés casar y estar toda la vida. Te sentís superior. Más que el resto. Sentís que podrías comerte el mundo si quisieras. Te emociona. Reís y llorás de alegría al mismo tiempo.
Ahora cuando se te pasa el efecto del alcohol en tu cabeza por el festejo, te genera un miedo terrible de perderlo. No querés que se vaya. Te duele el solo pensarlo. ¿ Y sabés por qué? Porque te ponés a pensar: -si él se va, ¿como me como el mundo?- Y ahí podés empezar a chingarle porque para mantenerlo o para creer que él sigue al lado tuyo te metés en deudas, hacés cosas que sabés que están mal solo para mostrar y decir: -¡Miren quien es mi amigo!-
A Éxito le gusta mucho el alcohol, de todo tipo, pero sabe tomar y vos no. Y como te lleva a festejar con él corrés el riesgo de emborracharte... de su presencia.
No es malo. Y sabe que todos lo buscan, pero le gusta estar más con las personas que se bancan a su hermano. Y es obvio: ¡Son Hermanos! se quieren, se defienden y son inseparables.
Si querés que él te busque y quiera ser tu amigo, tenés que querer ser amigo del hermano, o sea, ser amigo de Fracaso, y bancártelo. Como consecuencia, Exito te va a querer y va a desear estar con vos el mayor tiempo posible.
¡Ojo! No están con vos todo el tiempo. Casi siempre aparecen cuando creés que terminaste lo que estás haciendo para decirte el resultado. O sea. O vienen con un Chandón a festejar o tenés que preparar unos mates para una cagada a pedo, a veces, bien larga. Pero siempre, y te aseguro, siempre, después de varias sesiones de mate, si aprendiste. Hay Chandón"
Todo ésto me lo digo una semana antes de terminar el mes, y tengo que llegar a mi meta de ventas. Tengo tantas chances de llegar como de no hacerlo. Y armar este cuentito les sirve a ustedes y me sirve a mi.
Vuelvo a confirmar que el presente, el ocuparse de hacer bien las cosas, el vivir, ahí es donde está la verdadera felicidad. y no estar preocupado por el resultado, sino y vuelvo a decirlo:
¡OCUPARTE DE VIVIR, HACER LAS COSAS BIEN
Y APRENDER DE LOS ERRORES!

jueves, 17 de febrero de 2011

Lo que mata es la Ansiedad


¡Buenas Noticias!
La sensación de vivir en el presente es hermosa. Me siento vivo. Disfruto cada cosa que hago y cada cosa que me pasa. Hasta los enojos se me pasan más rápido. Y también los disfruto. O los comprendo. Comprendo que son parte de mi, de mi ser humano. Como las lluvias y las tormentas para el tiempo. Y no como un defecto de mi personalidad.
¿Qué es lo que empieza a pasar cuando estoy así? Las cosas salen mejor. Vendo más. Y hasta le parezco más sexy a Lau. Y empiezo a ver que podría hacer otras cosas. ¡Tengo tanta capacidad! y perdón si les resulto vanidoso. Solo estoy valorando lo que soy. Soy bueno. Que le vamos a hacer. Los números de mis ventas poco a poco comienzan a acompañarme. Lento. Pero me acompañan. Cargan con los errores que he cometido. Y voy solucionándolos.
Cuando empiezo a pensar en todo lo que podría hacer con tanto que tengo, me agarra como un pequeño bajoncito. ¡Es que me encantaría ya estar ahí! Y al darme cuenta de que estoy entrando en el circulo vicioso de siempre reacciono. A veces tardo un poco, pero reacciono:
NO ESTAS DISFRUTANDO EL VIAJE.
La vocecita de mi conciencia me habla. Y me despierta. Si no disfrutás el viaje, el recorrido se hace largo. Más largo de lo que debería ser. Es que cuando uno no disfruta el paseo es como si Dios te dijera: ¿Para que te voy a dar ésto si todavía no te lo di y lo estás sufriendo? Tengo mucho para ver y aprender en este camino.
Y ustedes se preguntarán -¿Hacia donde va este pibe? y debo reconocerles que hasta hace poco no lo sabía. Había mucho desorden en mi cabeza.
Dejándome llevar y disfrutando de este paso por la vida se fue develando el destino de esta primera parte del viaje. Se ve que el arribo está más cerca de lo que pensé, pero por ahora no puedo revelarlo. Todo a su debido tiempo.
Por lo pronto mientras escribo estas lineas una sonrisa se asoma a mi cara. Y suspiro. Me calmo. Darme cuenta me calma. Escribirles me calma. Hablarles de este viaje y este aprendizaje me calma. Sé que va a ser útil para otros buscadores de su propia verdad como yo, y me alegra el corazón. Son las migajas de la gran torta que hay al final de esta primera parte del viaje de mi vida.
Ups... se me escapó una pistita...

domingo, 13 de febrero de 2011

Mambos mentales, Conclusiones y Soluciones.


Lo que van a leer lo escribí ayer sábado, mientras trabajaba conmigo mismo, solucionándome.
6:45 AM. Escribí en un libro con la historia de mi ciudad y una foto donde estoy y me recuerdan como actor -actué desde los 13 a los 22 años-
"En la búsqueda de un sentido de importancia en mi vida no fui feliz. Me sentía atrapado en la vida de un hombre común. Un hombre que no merecía ser yo. Y a la vez, cuando emprendí una acción, un proyecyo de esos que denomino "de grandeza" volvía a abordarme la misma sensación. Desgano. No tenía fuego. O sí, para comenzar, y no para terminar.
Ya he recibido varios mensajes que aun no logro asimilar. Y la verdad, estoy cansado. Ando con ganas de ser feliz"
10:30 AM. En una estación de servicio. No podía empezar a trabajar. Agarré mi anotador y escribí.
"Dios:
Sinceramente, deseo ser feliz. Quiero dejar de estar una semana bien y otra mal. Me desgasta. Desgasta mi pareja. Desgasta mi familia. Hace que no rinda en el trabajo. Hace que pierda plata. Una mierda. Y encima no puedo disfrutar a mis hijas. Ah... y para colmo cuando estoy bien me quiero ir. Quiero tener un negocio propio y no quiero hacer lo que hago. Mi vida es una cagada. No porque sea una mierda, sino porque la veo al revés. Estoy podrido de vivir así. Obvio que uno tiene días buenos y malos pero ésto ya es el colmo. Y no tiene que ver con un "simple estado de ánimo" Es más que eso.
¿Cómo puedo resolverlo?
Encima justo tengo un trabajo que depende de mi estado de ánimo.
¡No, si yo soy un vivo bárbaro!
¿Como lo resuelvo?
El punto no está en construir algo grande. Porque tuve mi propia productora, y me pasaba lo mismo.
El punto está en vivir el presente. Tener sueños, sí, pero vivir en el presente.
Voy a afianzar mi meta de este año. Sólo por este año no voy a poner proyectos a largo plazo. Sólo voy a vivir en el presente. Una vez que lo aprenda, ahí si empezaré a planificar. Todos los días sacar hacia afuera todo el oro que hay en mí, todo lo bello, todo lo hermoso, solo hoy. Esa es mi gran meta. Una gran meta. Vivir el día de hoy, y sacar, hoy, lo mejor de mí.
El tiempo es oro, y como yo soy oro, tengo que ir a ver clientes para después hacer el amor, y estar con mis hijas"
GRANDÍSIMA META 2011
Vivir el día de hoy.
Sacar todo lo mejor (El oro) que hay en mí HOY.
Todos los días de este año. HOY HOY HOY.

Pd: Todo ésto tuvo resultados inmediatos, si quieren conocerlos solo pregunten... Un abrazo.

domingo, 6 de febrero de 2011

El Miedo y mi remedio casero.


¿Miedo al rechazo, al éxito, a descubrir la verdad, a qué? Di vueltas mucho tiempo tratando de descubrir que era ese sentimiento de desgano, o esas ganas de salir corriendo que me agarraba a veces, justo antes de empezar a buscar clientes, cada mañana. Esa emoción que me abordaba más veces de las que yo quisiera. y que me impedía alcanzar todo mi potencial, y ser, solo durante ese día, el que yo quería ser.
Me encerré una tarde en la habitación. Le dije a Lau que no iba a salir hasta que obtuviera una respuesta. Eso hice. Tome varios papeles, una lapicera y cinta adhesiva. Usé la pared para ver mi mapa mental, que cuando empezó era un desorden mental. Anotaba los conceptos que aparecían en mi cabeza. Rogué escuchar mi corazón, y escuchar a Dios. Los conceptos se ordenaban y desordenaban a medida que aparecía una nueva respuesta. Daba vueltas en la habitación. Hablaba solo. Me decía: "Tiene que aparecer". Y apareció. "Miedo a Vender" ¿Miedo a vender? No era exactamente eso. Pero venía por ahí. Miedo.
Busqué la orientación divina -como verán creo mucho-. Había encontrado la raiz del nudo y era vital desatarlo. pero no sabía como. No tenía la herramienta. En realidad, yo creí que no tenía la herramienta. Recordé una frase de Anthony Robbins que escribió Raul, mi amigo y maestro, en el seminario de superación personal. "Todos tenemos dentro las herramientas para alcanzar lo que queremos" y de nuevo, apareció esa herramienta.
Aclaración: mas que oficio de vendedor, creo que mi verdadera vocación es la de buscador. Buscador de verdades. Me siento como mi ídolo, Indiana Jones, Buscando tesoros dentro de mi mismo. y como en Indiana Jones, yo sólo me dedico a buscar con la certeza de que si lo hago el tiempo suficiente, las verdades aparecen. Así me manejo en la calle, cuando vendo.
Recordé mi infancia, y varios hechos que tenían que ver con mi personalidad de ese entonces, antes de tener 6 u 8 años. Recordé como decía en voz alta las cuentas para que mis compañeros escucharan que yo era más rápido que ellos. Volví a sentir esa seguridad en mi mismo. Recordé como perseguia hasta el baño a las chicas que me gustaban, diciéndoles que las amaba, que iban a ser mis novias y que se iban a casar conmigo. Era perseverante y no escuchaba un No. yo sabía que las iba a conquistar. Recordé como subía al escenario en los actos, como imitaba a Michael Jackson cuando era chico y como cantaba delante del espejo con una guitarra de juguete verde.
¡Que soltura, que personalidad, que caradura, que perseverante, que loco, que genio! y después comencé a recordar cuando se empezó a apagar. Una maestra que me escribió en el boletín "la humildad es una virtud", mi abuela que me retó por eso. Mi viejo que una tarde me dijo que me calmara de acosar mujeres que sino me cambiaba de escuela.
Yo no digo que menospreciar al resto o acosar mujeres esté bien, pero dentro de esos recuerdos estaban las joyas que necesitaba hoy: seguridad en mi mismo, soltura, perseverancia, tozudez y locura. Había encontrado las herramientas, y como usarlas.
Al otro día mientras iba en el auto me encargué de despertar al Germán que había sido, al "Germancito". Al igual que mi vieja cuando iba a la escuela me decía: "¡Vamos Germancito arriba! Tenés que levantarte. Te doy permiso para ser todo lo que quieras ser. Nadie te va a decir nada. Nadie te va a censurar. Te necesito para salir adelante. Mirá hasta donde llegué siendo un boludo, pero con vos, voy a alcanzar las estrellas. Vos tenés la llave del talento, del potencial. Dale. te doy permiso para ser lo que quieras. Hacé lo que quieras. Fanfarroneá, perseguí, contá en voz alta todo lo que logres. Sé el loco. Bailá como Michael" y muchas cosas más. Mientras iba en el auto. Y frente al espejo después de desayunar en el baño de la estación de servicio. Me volví loco.
De más está decir que el numero de gente que logré interesar y las ventas que hice aumentó, y va a seguir así, en aumento. Tengo mucho talento y capacidad para hacer lo que hago. Más que muchos vendedores. No podía ser que tuviera resultados tan mediocres con tanto en mi interior. Ahora, había encontrado la llave.
Obvio que hay que afianzarlo. Fue la primera semana de utilizar mi "herramienta". Hay que seguir hasta que sea carne, hasta que salga del todo. Estamos encaminados.
Recomiendo enormemente buscar antes de los seis años de edad, cuando no tenías miedo de quedar como un pelotudo, cuando jugabas y te creías tus personajes. Ahí están las joyas para animarte a ser lo que quieras. Para poder ser feliz. Todo es un juego. En tiempo presente.

domingo, 30 de enero de 2011

Aprender a vivir en el presente


Últimamente estuve usando la palabra "difícil" en la mayoria de mis post. y hoy que iba a empezar a escribir dudé de utilizarla de nuevo, creyendo que solo era una sensación mía, y no la realidad. Y a decir verdad, Sí, es difícil. Porque es el comienzo. Es posible. Es lograble. Es alcanzable. Pero como recién empieza es... complicado.
Vivir en el presente. Vivir aquí y ahora. Observando. Observándome. Disfrutando. Sin pensar en el pasado, o en el futuro.-Estoy ahí la mayor parte del tiempo- y eso te quita la vida. vivir la vida.
Me levanté hace un rato -los domingos me levanto tarde- y pensando en las cosas que quiero hacer y como llevarlas a la práctica. Pero las chicas ya se levantaron y no podía hacerlo. Querían mates, facturas y atención. La mayoría de los domingos puedo hacerlo pero justo hoy no podía y eso me ponía ansioso. y cuando me pasa eso empiezo a tener "mocos" de más en la garganta. -suena asqueroso, ya lo sé- Me empieza a doler la nuca, no puedo prestar atención, y el circulo se sigue agrandando. Estoy escribiendo para soltarlo. y a la vez también estoy despertando. ¿como despertando? Abro un poco de más los ojos, miro a mi señora y a mis hijas directo a los ojos, más que de costumbre. Miro la casa. Miro alrededor. A flopy, mi perra acostada en la puerta de casa cagada de calor. La buena música que pasa la radio por Internet. Todavía tengo mis mocos. Es impresionante lo que hace el cuerpo cuando aprende a hacer algo. Les juro que los mocos no son sensación mía. De Verdad, fabrico más mocos. -no voy a hablarles de como obtengo las pruebas, ya se lo imaginan-. La casa es un lío pero hoy no vamos a limpiar, bah, Lau no va a ordenar. Reconozco que estoy un poco vago para las tareas del hogar. El pasto en el fondo está alto y no tuve un atisbo de voluntad para cortarlo. Eva le está sacando fotos a Valen. Ella se presta. En un ratito nos vamos al camping. Pileta, pastito, árboles. Lau está acomodando las cosas. El auto tiene la mugre de la semana acumulada. Mañana lo lavo. El bolso ya está puesto sobre la mesa. El agua en el termo, y la crema enjuague para el pelo de las chicas. Hay papeles desparramados por mi escritorio y mi biblioteca. Recuerdo mientras escribo una conversación por chat que tuve con Facundo de Salterain, el conferencista motivador en ventas. Ya lo considero un amigo. Estoy logrando el proceso. Mi garganta se despeja. Están pasando un tema de Take that. Pasan música de películas, me encantan. Empieza a sonar "the time of our lifes" de la película Dirty Dancing. Los dejo. Este es "el momento de mi vida"

jueves, 27 de enero de 2011

Buscando en mi interior

¿Cómo se hace para vivir en el presente? No lo sé. Es la verdad. No lo sé. Miro hacia el futuro y busco en lo más profundo de mi corazón hacia donde quiero ir. Para planificar mis pasos. Y a la vez sabiendo que la felicidad se haya en el viaje. No en el destino, o sea, en el presente.
Hace un tiempo ya -esto ya lo dije acá en el blog- que decidí seguir a mi corazón, y es una de las cosas más difíciles que he encarado. ¡Es tan fácil mentirse a uno mismo! Descubrí que uno puede vivir la vida así. Las respuestas de los sabios ayudan, pero parir tu propia verdad es un trabajo personal, así que los libros y los grandes maestros del mundo solo son eso en mi busqueda: doctores que ayudan a parir mis verdades, y ésto es literalmente un parto, pero mental, y espiritual.
Aclaro, no es agradable. No me siento bien haciéndolo. De vez en cuando asoma la luz en mi cerebro y eso trae una sonrisa, y un alivio, pero después son solo dolores.
Hay cosas de mi presente que no me gustan. Hay dias que siento que lo que hago no tiene sentido, inclusive esta profesión que amo, la de vender. En medio de todo apareció una gran verdad: ser vendedor es el camino, no la llegada. Una gran sorpresa. No. En realidad no era una sorpresa, ya lo sospechaba. Sobre todo en los días que salía a la calle y no quería vender.
Lo peor es que tengo talento. Mucho talento. Y si les parezco vanidoso mil disculpas, pero es mi verdad.
Siento un gran vacio en mi interior, que se va llenando a medida que encuentro lo que mi espíritu en realidad desea, y trato de hacer la voluntad de Dios para conmigo.
Suena evangelista éso, y es un poco así. Pero la verdad es que hay un propósito mayor que nos es revelado cuando ponemos empeño en escucharlo. O cuando Dios quiere que lo escuchemos.
Mi gran amigo y maestro Raul Gonzalez me dijo -no sé de donde lo sacó-: "Uno hace lo que puede en la vida hasta que encuentra para que vino a este mundo" y hace años que estoy en la búsqueda de esa verdad, de ese propósito. Voy por buen camino, pero es arduo. A veces quisiera ser un poquito más normal, menos mal que después se me pasa. La locura de la vida suele ser más linda. y me refiero a locura a ser distinto, a no correr hacia donde corre la mayoría.
Cuando nazca la verdad de mi propósito. como en cualquier nacimiento, se van a enterar.

domingo, 16 de enero de 2011

La búsqueda de un propósito.


Me levanté antes que las chicas se levantaran. Es domingo. Desde ayer estoy buscando dentro mio "el propósito", el verdadero motor de por qué estoy en esta profesión. Sí, ya dije que el amor me estimulaba a trabajar, pero hay algo más, algo que ofrecer al mundo, una razón altruista para salir a la calle y darse a la gente, y me estaba costando encontrarla.
Después de ir al baño -¿es necesario contar que fui al baño?- me arrodillé y oré. Le pedí a Dios que me ayudara a encontrar ese propósito. También le pedí que me sanara de mi ceguera. Esa ceguera tan grande que no me deja ver en profundidad quien soy, y cuanto valgo. Le recordé a Jesús que el había sanado leprosos, había levantado muertos, había devuelto la vista, a todo aquel que tuviera fe. Y si hay algo que yo tengo es fe. Sé que voy a lograrlo. Y también le pedí vivir en el presente. Estar aquí y ahora, siempre, que me ayudaran a lograrlo. Estar acá, y no en el pasado o el futuro, solo aquí, viviendo mi vida hoy. -Acuérdense que ese era uno de mis objetivos este año-.
Oraba y se apareció ante mi una paloma -una visualización no buscada- una paloma que nacía y se abría paso entre la oscuridad. Era blanca, y en un fuerte movimiento desplegó sus alitas. Volví de mi oración con lagrimas en los ojos. Tomé mi agenda donde ayer escribí "un propósito" y me puse a buscar. Aparecían razones egoistas pero que tenían que ver con mi interior, no lo exterior como el dinero o el reconocimiento. ¡Ojo! Hubo una en especial que me conmovió: "ser todo lo que yo quisiera ser". Seguí buscando razones que tuvieran que ver con dar a los demás, buscaba una que al escribirla sonara fuerte dentro mio, que me conmoviera como me emocionó ver nacer esa paloma, y de repente, apareció.
Recordé los acontecimientos de los últimos días, mi suspensión, la falsedad de algunos compañeros, la competencia a veces feroz de mi profesión. Pensé en todo lo malo que pasa en el mundo, como lo único que nos mueve es el interés. -Este mundo es una mierda- y también me acordé de la película "cadena de favores" ¿la vieron? Ese proyecto del nene de como el mundo era una mierda el ayudaba desinteresadamente a otros tres y esos tres ayudaban desinteresadamente a otros tres y así sucesivamente. ¡Marketing multinivel solidario!
"Hacer este mundo un poco mejor, haciendo negocios de corazón a corazón" y suspiré. Lo encontré. Dudé, pero es él, lo siento. y otra vez en mi vida buscando equilibrar como siempre los opuestos, negocios y corazón.
Me levanté, di un par de vueltas, y vine a compartirlo con ustedes.

viernes, 14 de enero de 2011

¿Por qué me metí en esta profesión?

Oportunamente, en este momento de mi vida, me topé con el libro de Todd Duncan: Ventas de Alta confiabilidad. Aparte de cautivarme por completo hay una pregunta que hace que, oportunamente, en este momento de mi vida, resuene una y otra vez en mi cabeza y golpee mi pecho, así de fuerte es. ¿Para qué hago lo que hago? ¿para que me esfuerzo en ser mejor, para qué me tomo el trabajo todos los días de agarrar valor para pasar la puerta del primer comercio y empezar a vender? ¿Es lo que quiero? Si amo esta profesión como digo, ¿por qué hay mañanas que me cuesta tanto y quiero volver a mi casa y no salir?
Oportunamente, en este momento de mi vida, que pensé que ya estaba alineado, el problema con mi empresa me desbalanceó. Será que en realidad mis bases aun no están profundas.
Todas las veces que me hago "La pregunta" vuelvo a uno de mis primeros trabajos de ventas, a comisión. Era 1999, y me quería ir con mi entonces novia, Laura, de vacaciones. Un tiempo juntos, un tiempo solos. Decidir lo que queríamos hacer sin preocuparnos por la hora de llegada, boludear, y por supuesto, tener todo el sexo que quisiéramos. Teníamos 17 y 18 años.
Entré a trabajar en una de las jugueterías de mi ciudad para la temporada de las fiestas. Habían sacado los juguetes a la calle y a mi me tocaba estar ahí.
Eramos varios, todos pendejos nuevos, vendiendo juguetes, pero yo era una máquina. Era el que más vendía. Eran varias las razones. Era el más caradura, sabía atender a la gente, era correcto y a la vez simpático. Era rápido. Ofrecía bastante. Ya había trabajado de más chico vendiendo con mi papá. Yo hacía teatro y eso ayudaba, en fin, bastante bueno para ser solo el comienzo.
Pero había una razón más fuerte que todo eso que hacía que trabajara con más ganas: Era ella. Era el amor y las ganas que tenía de que estuviéramos juntos y para eso se necesitaba plata. Eran tantas las ganas que en marzo de ese año nos juntamos, y seguimos hasta hoy.
Creo que todas las cosas que me pasaron hicieron que me olvidara de eso. Si cuando volví a las ventas después de trabajar seis años en el rubro gastronómico lo hice por la misma razón. Quería tener el tiempo y la plata para estar con en ese entonces mi familia de tres: Eva, Laura y yo. Hoy ya somos cuatro, porque llegó Valentina.
Mi cabeza suele saturarse con más frecuencia de lo que quisiera preguntándose estupideces. Tengo muy pocas certezas en la vida y el preguntarme todo, todo el tiempo, a veces es perjudicial. Me prometieron varias veces que en esta profesión yo iba a ganar toda la plata que quisiera y que iba a poder ser toda la persona que quisiera. Eso es cierto, pero cuesta trabajo. Bastante más trabajo que si te tomás ésto como un empleo más.
Todas las mañanas cometo el error de buscar mi motivo en el futuro, pensando en lo que puedo llegar a lograr. ERROR. Los verdaderos motivos para salir y romperla están en casa, esperándome, y es una pena que a veces sea tan ciego.

domingo, 9 de enero de 2011

Hoy estás arriba, mañana abajo.


Estoy bien. Pero no estoy pasando un buen momento. Las acusaciones se hicieron más graves, y estoy suspendido. Sabia de algunas cagadas que se mandó mi compañero y quedé como cómplice. Es normal. No lo hice pensando en ganar nada. Pero perdí bastante.
Sin embargo ésto me enseña varias verdades:
1) Nunca cubrir a un pelotudo que se está mandando cagadas.
y la más importante:
2) Nunca te fies ni del aplauso ni del abucheo, porque se terminan.
Nunca determines lo que sos por lo que dicen los demás de vos. Ni lo bueno ni lo malo. No sos ni un angel ni un demonio, sos solo un ser humano. Hacé lo creas correcto de corazón, no del cerebro. Te van a criticar de todos modos. No te esfuerces por hacer las cosas bien para que los demás te aplaudan. Esforzate por superarte a vos mismo. Hay algo dentro de vos que siempre te avisa si lo que estás por hacer te va a beneficiar o a perjudicar. Escuchalo, hacele caso. Cuando creas que estás en el camino correcto (de corazón) van a aparecer obstáculos y la gente te va a decir "por qué hiciste eso" cada vez que te equivoques. Es más, van a esperar que te equivoques. Porque a las masas le gusta ver cuando un destacado se cae. Eso justifica su mediocridad y su falta de acción. Seguir al corazón no es fácil, pero las ganancias son enormes si lo lográs.
Admití que te equivocaste lo más rápido que puedas. No trates de justificarte. Te equivocaste. Sos un ser humano, vuelvo a decírtelo: "sos un ser humano". Si las consecuencias que te trae son graves tratá de minimizarlas lo más que puedas pero bancátela. Como dice un amigo: "Si te gusta el durazno, aguantate la pelusa"
Creé en vos mismo. Aumentá tu propio valor. No por tu jefe, ni por tus compañeros, ni por tus padres, ni por nadie. Por vos mismo. Para que tu vida y tu paso por este mundo tenga más sentido. Solo por éso. Para ser feliz en tus propios términos. El éxito es la felicidad, y la Felicidad es el éxito. Y el éxito, segun mis palabras es: Valorar tu vida tal cual es en este momento, y amar lo que hacés. Disfrutá el presente, y buscá crecer. Tenés solo un día de vida para ser todo el empresario, todo el padre, todo el marido, todo el hijo que querés ser, para vos y para los tuyos. No esperes, no vaciles, se vos hoy. y nada más. Chau. Te Amo.

viernes, 7 de enero de 2011

La actitud es todo


Las visitas en busca de los clientes empezaron... desinfladas. Desayuné con mis compañeras en una estación de servicio mientras hablábamos de un problema grave que surgió en el laburo. Un compañero robó y yo estaba en el medio por no haberlo evitado. El concepto que tenían "arriba" cambió y eso inevitablemente me afectó. Me gustaba que los jefes confiaran de corazón en mi y ahora... les queda la duda si yo estaba en el medio. Por Dios que no. Pero bueno, a veces lo del beneficio de la duda no es tan beneficioso.
Las dejé a ellas que hicieran su trabajo y yo me fui a hacer zona; buscar clientes para los que no conozcan la jerga. Caí en lo de una clienta y después seguí en la búsqueda de todos los días. Mis primeras presentaciones no vendían ni aunque fuera un vendedor de helados en una excursión de chicos al zoológico. Se me mezclaban las frases. No sabía que contestar cuando me tiraban una negativa... Lo digo sin rodeos... Estaba hecho un pelotudo.
Seguí así hasta las once. Me sentía insatisfecho. Me decía: "yo no soy este" Se me escapó una venta por estar así, hasta mi tono de voz había cambiado. Pero en un momento, mientras volvía al auto pensé "si fuera empresario no haría esto así". Entré al auto y me miré en el espejo "Yo soy un empresario" Agarré una revista de las que me da la empresa para presentar mi producto y fui al siguiente negocio. Crucé la calle como si me hubiera levantado a la mina más linda del boliche. Entré a una carnicería, me atendió un cordobés divino de tipo así que eso ayudó a levantarme aun más. Es verdad cuando dicen que si uno cambia de actitud se topa con gente de la misma actitud. En el barrio que había estado antes parecía que todos los negocios eran florerías enfrente del cementerio (tengo algo con los cementerios, cosas mías)
Seguí viendo negocios por la misma calle, de 6 que vi interesé a la mitad. Me llamó una señora de un kiosco que visité el miércoles para decirme que fuera que se había decidido. Golazo. Fui a un barriecito que me quedó picando del otro día. cerré una venta en el primer negocio que bajé. A las dos de la tarde tenía dos notas de pedido de clientes nuevos.
Hoy desperdicié dos horas, y menos mal que me di cuenta. Sino hubiera perdido una mañana que si no cerraba con ventas, se cerrarían mañana pero con clientes que convencí hoy con mucha buena onda y actitud.
A mi no me importa no vender un día, sé que el trabajo de hoy me da las ventas de mañana, (ojo, soy un pitbull, me gusta muchísimo cerrar la operación en el momento) pero quiero irme a casa satisfecho con mi trabajo, sabiendo que fui el que quería ser.
Muchas veces a Lau; mi mujer, amante, amiga y confidente, le dije que sentía que no era yo, que no había sido todo lo que podía ser en ese día. ¿Será que tengo que recordarme a cada rato lo grande que soy por mas que nadie me lo diga? Rotundamente digo que Sí.
¿Será que a veces hay que equivocarse para aprender? y Sí.
¿Y si pierdo mucho? Trataré de darme cuenta rápido.

martes, 4 de enero de 2011

Envidia


La mejor definición que escuché de ella es: "El sentimiento negativo que genera sentir que uno no puede tener lo que el otro tiene" O sea, no te tengo bronca porque te compraste un auto sino que siento que yo no puedo tenerlo. ¿Se entiende?
Uno de mis mejores amigos me pidió hoy que lo acompañara a hacerle un cambio de aceite a su auto y a comprarle un regalo a la mujer que es el cumpleaños. Manejé yo porque mi amigo no ve bien por un problema degenerativo en la vista, pero ve bastante y se las arregla super para llevar un negocio muy bien administrado. Tiene un almacén en el barrio de su infancia.
Mientras hacíamos el cambio de aceite le comenté de un negocio que se me había ocurrido pero que yo no quería enfocarme en hacer, que tenía que ver con servicio para fiestas. El me dijo que no le gustaba y que está pensando en comprar o construir departamentos y ponerlos en alquiler. Mi amigo tiene mi misma edad y viene de una situación económica en su casa paterna bastante delicada. Todavía me acuerdo cuando íbamos a la escuela y el venía a casa a limpiar los vidrios y mi mamá le pagaba por su trabajo. Ahí empecé a sentirme mal. Me puse distante. Ponía cara de escuchar pero en realidad no le prestaba atención. Me sentí diminuto, menos que él. ¡yo le hablaba de freezzers y bebidas y el me hablaba de construir departamentos!
Después fuimos a una casa de electrodomésticos donde por ser cliente lleva financiado y le mantienen el precio de contado. Se le quemó un equipo muy lindo que tenía de música que compró hace muy poco y de contado. Mirando los modelos disponibles, me pidió recomendaciones (yo vendo sistemas de pago diario para comprar electrodomésticos) y dijo: "Me llevo ese". El equipo en cuestión valía $4400 ¡y ya había gastado $500 en otro regalo para la señora!. Lo financió en cuatro cuotas de un poco más de $1000.
Ahí me terminé de caer. Anhelé ese poder, porque sé que también tiene otros gastos de igual magnitud. En realidad sentí que yo no tenía ese poder en este momento, y me sentí inferior.
Me gusta tener plata. Siento que puedo hacer lo que quiero en el momento que quiero. Para eso me sirve. Y me gusta comprenderla para hacerla crecer, y trabajo en ello, pero hoy, no puedo hacer lo que el hizo. Puedo gastar si quiero hoy... $400 o $500 ¡Pero no $4400 en cuotas de $1000! ¿Se entiende?
Cuando pensaba en lo que pasó empecé a recordar la situación de la que salí. Me quedé sin casa, trabajando de remis, por poco no pierdo a mi familia, y todo esto fue hace un poco más de un año. ¿no soy consciente de todo el poder que hay en mi? Realmente no.
Si de verdad estuviera convencido que tengo ese poder ni siquiera me hubiera puesto mal y hubiera pensado: "si hice esto en un año, no me quiero imaginar lo que voy a poder en un año más" y ahora, mientras escribo, empiezo a sentirlo.
Lau, mi señora, me dice que recién ahora me la estoy creyendo más (vital para un vendedor), y que estoy siendo consciente de mi propio poder. O sea, recién ahora, estoy en el camino correcto.

domingo, 2 de enero de 2011

Ser Vendedor es ser Empresario


Si bien llegué a mi meta de ventas de este mes renegué como chancho.
Como fue diciembre y se vendió muy bien. La empresa estuvo más "relajada" con las entregas. Yo le prometía a mis clientes de 24 a 48hs. de demora (es lo normal) pero la empresa tardaba... ¡De 72hs. a una semana! Una clienta esperó 10 días su pedido, y pobre de los clientes que hice nuevos este mes, peor para ellos.
¿Qué necesidad tengo de estar renegando con las entregas si a mi me pagan por vender? Venderle al que aprueba los pedidos, venderle al de entregas, venderle al gerente, ¿con qué necesidad?
Obviamente que me bajoneé. Renegué con mi señora, con mis amigos y hasta con algunos clientes (éso no se hace por más que estés siempre de su lado) y mis ventas esa semana cayeron en picada. Ni salía a vender. Me decía: ¿para qué voy a vender si después no me van a entregar? ¡el que pone la cara soy yo! Pero el sábado todo se pasaba cuando cobraba mis comisiones.
Ser vendedor es ser autodependiente, trabajes bajo patrón o no. y esta afirmación es más verdadera cuando estás todo el día en la calle, solo, y laburás únicamente a comisiones y premios.
¡Dependés de vos! No es lo mismo que ser un administrativo y haciendo bien o mal el trabajo vos cobrás el sueldo el 10. Acá tenés que ganarte todo. Si trabajás mal, se nota, y si trabajas bien, tu bolsillo engorda.
Yo a esta profesión la amo. y si la amo la tengo que tratar como se merece. y muchas veces no la traté como lo que es. Si hay vendedores que toman esto como un trabajo está bien. Menos problemas para ellos (los envidio un poco) pero yo amo y si amo tengo que corresponderle.
Este es mi negocio. Mi profesión es mi negocio. No me importa que yo venda para otra empresa. En la calle soy yo y nadie más. Yo tengo que encontrar mi método. Yo tengo sacar todo de mí. Yo tengo que inventar mi estrategia de marketing. ¡Yo pongo la cara con mis clientes! yo los busco y son mios. Si yo me fuera de la empresa, ellos se vendrían conmigo. Si eso no es ser un empresario no sé que es. Y si tenés que estar atrás de los pedidos y las entregas, que así sea.
Estudiar marketing, sicología, todo lo que me enriquezca y enriquezca mi negocio es parte de la mentalidad empresaria. Yo asumo los riesgos y las recompensas por mi trabajo. Y no me importan los otros, yo tengo que poner mis propias metas.
Es duro lo que voy de decir, pero creo que ayuda: Mi hija no va a ir a decirle al gerente porque no le pagó a su papá para que ella coma, o se compre ese jean, o vaya a un cumpleaños. Y cuando pienso que hubo un tiempo en que privé a mi familia de algo tan básico como un techo se me parte el alma.
Es una actitud, y una gran responsabilidad. todo depende de mi. No le puedo echar la culpa a nadie, lo que gano lo gané en buena ley, nadie me lo regaló y lo que perdí lo perdí yo. Ahora hay que salir todos días con esa actitud, y ahí está el desafío. Como dicen los viejos: en la cancha se ven los machos...



sábado, 1 de enero de 2011

Primera Autocorrección (¡que verguenza!)

Ayer empecé, ayer. Y ya debo corregirme!!! Había algo dentro de mi que me decía: "por acá no va". Pero para que hacerle caso ¿no? ¿Por qué será que en la vida primero te mandás el moco y después te dan la lección? Es por eso que creo que la escuela no sirve para casi nada.
Cuando me propuse armar este blog, se me ocurrió parafrasear el título del gran libro de Stanislawsky (¿lo escribí bien?) por la sencilla razón de que, fui actor durante muchos años (vendiendo lo sigo siendo) y porque en este hermoso blog iba a hablar de mis vivencias y mi aprendizaje de la venta y de la vida. Y no. Me puse a enseñar como si ya me las supiera todas...
Es verdad. Sé bastante. la vida y mi profesión me hicieron entender muchas cosas que me hacen mucho más maduro que algunos viejotes de 40 o más, ¡pero tampoco para tanto!
En fin. A partir de ahora hago la solemne promesa de escribir de corazón, y hablar de lo que veo, siento, escucho y huelo de este mundo, y de mi mismo. De todo lo que aprendo. Si le sirve, bienvenido sea (en realidad espero que le sirva) y sino, téngalo en cuenta.

Estableciendo Objetivos

¡Feliz Año Nuevo!

Anteriormente definí a una persona exitosa como la que "Valora su vida tal cual es en todos los aspectos y ama lo que hace". Esta es la base de todo éxito futuro ya que si no se respetan estas dos consignas y se logra algún objetivo que se ponga (p/e.: cambiar el auto; llegar a una meta de ventas; mudarse, etc.) no se va a disfrutar y uno va a sentirse vacío. (Me ha pasado infinidad de veces y como no quiero terminar drogándome, tomando o apuntándome en la sien con un revolver le doy mucha bolilla a este aspecto) Así que, después de mucho pensar, escribir y reescribir mis objetivos, las metas para este 2011 son las siguientes:
  1. Vivir en el "aquí y ahora"
  2. Valorar y fortalecer mis tres más grandes victorias: Mi relación con Lau; Mi relación con mis hijas Eva y Valen; mi profesión de vendedor.
  3. Valorar y fortalecer mi imagen personal y mi autoestima.
Aclaración: No soy un fracasado, pero muchas veces me vi así, como el vendedor Gil, de los Simpson. Jajajajaja.
Hace tiempo que vengo repitiéndome "Hoy voy a vivir como Dios me hizo (no desnudo todo el día) como un ser exitoso, y como dicen los evangelistas "en victoria".
¿que quiero decir con ésto? Que dentro mio está toda la capacidad y las herramientas para ser feliz y lograr lo que quiero salvo que yo no las veía.
Yo, todos, somos una mina de oro esperando ser encontrada y explotada, con una riqueza ilimitada para lograr lo que queramos.
Volviendo a los objetivos, todos los libros de motivación te enseñan que las metas deben ser medibles y cuantificables. Y así es, y aunque parezcan un poco abstractos los mios tengo medidores para saber si estoy cumpliendo con lo que me propuse o no. Después lo contaré en detalle. Por el momento quiero que sepan que son esos y que voy a cumplirlos a rajatabla. Es que deseo vivir de una vez y para siempre siendo una persona exitosa, que valora cada cosa que tiene, incluido a si mismo, y ama lo que hace.
Como verán, mis objetivos no tienen que ver con lograr determinada cosa, sino con generar un estado mental de éxito, de bienestar, con ser lo que soy en realidad y con vivir la vida. Sé que los logros materiales (que los tengo anotados) serán una consecuencia de esta manera de vivir.

PD: Disculpen si el formato va cambiando, voy a seguir mofificándolo hasta que esté a mi gusto. Gracias.