jueves, 27 de enero de 2011

Buscando en mi interior

¿Cómo se hace para vivir en el presente? No lo sé. Es la verdad. No lo sé. Miro hacia el futuro y busco en lo más profundo de mi corazón hacia donde quiero ir. Para planificar mis pasos. Y a la vez sabiendo que la felicidad se haya en el viaje. No en el destino, o sea, en el presente.
Hace un tiempo ya -esto ya lo dije acá en el blog- que decidí seguir a mi corazón, y es una de las cosas más difíciles que he encarado. ¡Es tan fácil mentirse a uno mismo! Descubrí que uno puede vivir la vida así. Las respuestas de los sabios ayudan, pero parir tu propia verdad es un trabajo personal, así que los libros y los grandes maestros del mundo solo son eso en mi busqueda: doctores que ayudan a parir mis verdades, y ésto es literalmente un parto, pero mental, y espiritual.
Aclaro, no es agradable. No me siento bien haciéndolo. De vez en cuando asoma la luz en mi cerebro y eso trae una sonrisa, y un alivio, pero después son solo dolores.
Hay cosas de mi presente que no me gustan. Hay dias que siento que lo que hago no tiene sentido, inclusive esta profesión que amo, la de vender. En medio de todo apareció una gran verdad: ser vendedor es el camino, no la llegada. Una gran sorpresa. No. En realidad no era una sorpresa, ya lo sospechaba. Sobre todo en los días que salía a la calle y no quería vender.
Lo peor es que tengo talento. Mucho talento. Y si les parezco vanidoso mil disculpas, pero es mi verdad.
Siento un gran vacio en mi interior, que se va llenando a medida que encuentro lo que mi espíritu en realidad desea, y trato de hacer la voluntad de Dios para conmigo.
Suena evangelista éso, y es un poco así. Pero la verdad es que hay un propósito mayor que nos es revelado cuando ponemos empeño en escucharlo. O cuando Dios quiere que lo escuchemos.
Mi gran amigo y maestro Raul Gonzalez me dijo -no sé de donde lo sacó-: "Uno hace lo que puede en la vida hasta que encuentra para que vino a este mundo" y hace años que estoy en la búsqueda de esa verdad, de ese propósito. Voy por buen camino, pero es arduo. A veces quisiera ser un poquito más normal, menos mal que después se me pasa. La locura de la vida suele ser más linda. y me refiero a locura a ser distinto, a no correr hacia donde corre la mayoría.
Cuando nazca la verdad de mi propósito. como en cualquier nacimiento, se van a enterar.

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