martes, 4 de enero de 2011

Envidia


La mejor definición que escuché de ella es: "El sentimiento negativo que genera sentir que uno no puede tener lo que el otro tiene" O sea, no te tengo bronca porque te compraste un auto sino que siento que yo no puedo tenerlo. ¿Se entiende?
Uno de mis mejores amigos me pidió hoy que lo acompañara a hacerle un cambio de aceite a su auto y a comprarle un regalo a la mujer que es el cumpleaños. Manejé yo porque mi amigo no ve bien por un problema degenerativo en la vista, pero ve bastante y se las arregla super para llevar un negocio muy bien administrado. Tiene un almacén en el barrio de su infancia.
Mientras hacíamos el cambio de aceite le comenté de un negocio que se me había ocurrido pero que yo no quería enfocarme en hacer, que tenía que ver con servicio para fiestas. El me dijo que no le gustaba y que está pensando en comprar o construir departamentos y ponerlos en alquiler. Mi amigo tiene mi misma edad y viene de una situación económica en su casa paterna bastante delicada. Todavía me acuerdo cuando íbamos a la escuela y el venía a casa a limpiar los vidrios y mi mamá le pagaba por su trabajo. Ahí empecé a sentirme mal. Me puse distante. Ponía cara de escuchar pero en realidad no le prestaba atención. Me sentí diminuto, menos que él. ¡yo le hablaba de freezzers y bebidas y el me hablaba de construir departamentos!
Después fuimos a una casa de electrodomésticos donde por ser cliente lleva financiado y le mantienen el precio de contado. Se le quemó un equipo muy lindo que tenía de música que compró hace muy poco y de contado. Mirando los modelos disponibles, me pidió recomendaciones (yo vendo sistemas de pago diario para comprar electrodomésticos) y dijo: "Me llevo ese". El equipo en cuestión valía $4400 ¡y ya había gastado $500 en otro regalo para la señora!. Lo financió en cuatro cuotas de un poco más de $1000.
Ahí me terminé de caer. Anhelé ese poder, porque sé que también tiene otros gastos de igual magnitud. En realidad sentí que yo no tenía ese poder en este momento, y me sentí inferior.
Me gusta tener plata. Siento que puedo hacer lo que quiero en el momento que quiero. Para eso me sirve. Y me gusta comprenderla para hacerla crecer, y trabajo en ello, pero hoy, no puedo hacer lo que el hizo. Puedo gastar si quiero hoy... $400 o $500 ¡Pero no $4400 en cuotas de $1000! ¿Se entiende?
Cuando pensaba en lo que pasó empecé a recordar la situación de la que salí. Me quedé sin casa, trabajando de remis, por poco no pierdo a mi familia, y todo esto fue hace un poco más de un año. ¿no soy consciente de todo el poder que hay en mi? Realmente no.
Si de verdad estuviera convencido que tengo ese poder ni siquiera me hubiera puesto mal y hubiera pensado: "si hice esto en un año, no me quiero imaginar lo que voy a poder en un año más" y ahora, mientras escribo, empiezo a sentirlo.
Lau, mi señora, me dice que recién ahora me la estoy creyendo más (vital para un vendedor), y que estoy siendo consciente de mi propio poder. O sea, recién ahora, estoy en el camino correcto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario