viernes, 25 de febrero de 2011

Carlitos, Julio y una terrible lavada de cabeza.


No llego a mi meta de ventas. No llego. Es duro. Es triste y me pone mal. Pero es así. ¿Podría haber llegado? Obviamente que sí. Ya les dije. Soy bueno en lo que hago. Pero hay serias fallas en mi manera de ser, sobre todo cuando pongo en práctica eso que digo que soy.
Ayer, todo se dio para que fuera a tomar un café donde van Carlitos, el mejor vendedor de la sucursal, y Julio, que no es el mejor, pero es bueno en lo que hace, y tiene un corazón muy grande, solo comparable con su bocaza desubicada, políticamente incorrecta.
Me sentía desanimado, y con vergüenza. No podía ser que hubiera vendido tan poco. Y no es que quiera ser sobre exigente conmigo pero es notorio para mí y para la gente que me conoce bien que podría estar por encima de la media, y este mes, no pude. Hace rato que no puedo.
Pedí una promo desayuno, y después de tomar dos sorbos y comer un bocado de medialuna vino la pregunta de Julio: ¿Qué te pasa que estás tan bajo? Prometí que les iba a decir la verdad y les conté de que estaba haciendo un curso de oratoria, que estaba colaborando con un amigo que está armando una exportadora de alimentos y que no supe organizarme con los tiempos. No les dije que también hubo una semana en que me agarró mi pelotudez mental de sentirme vacío y preguntarme para que hago lo que hago y que por esa razón casi no trabajé.
Carlitos escuchaba en silencio. Julio me aconsejaba que no pusiera todos los huevos en distintas canastas, que no iba a hacer bien ni una cosa ni la otra, que no podía ser que siendo como era estuviera tan bajo, que salía de estar en un problema (¿se acuerdan que les conté que un compañero había robado y todo éso?) y que acá podía ganar la plata que yo quisiera sin tantos problemas.
Les confesé que Lau estaba un poco cansada de tanta inestabilidad emocional y económica y que me avergonzaba que Norita (una vendedora que confundió un microondas con una tele) vendiera más que yo, que ganara más. Carlitos habló indignado. No estaba enojado pero se lo veía molesto porque yo no podía entender algo que para él era obvio, y en realidad, para mí también lo era.
Varias veces durante el "sermón" de Carlitos tuve que aguantar las ganas de llorar. Se me hacía un nudo en la garganta. Sus palabras eran un espejo que me chantaba en la cara todos los errores que estaba cometiendo. Errores que ellos no conocían. Me dolían y me avergonzaban. Lo mal que administraba la plata, lo poco que me valoraba a mi mismo, el problema innecesario que le causaba a mi familia mi inestabilidad emocional y económica, el pensar que mi familia podría estar mucho mejor, y yo también. Me hacía ver que mis acciones no eran congruentes con mi forma de pensar. Me hizo ver que estaba viviendo como un perdedor, y que estaba arrastrando a mi familia conmigo. Ya él me había dicho: "No te creas el mejor, se el mejor"
Les confieso mi gran carencia, mi gran defecto: No estoy valorando lo que soy, y mi lugar en el mundo. Me menosprecio. Tengo puestos los lentes equivocados. Como consecuencia mis acciones son erráticas y no logran resultados permanentes. No vivo la vida que merezco vivir. Siempre buscando "algo más" porque en el fondo, me veo vacío y mediocre. ¡Que pelotudo!
Cuando me fui casi no podía manejar. Mi corazón explotaba. Llegué a casa y le escribí como 5 hojas a Lau con respecto a lo que pensaba y lo que iba a hacer. Con todo lo que me di cuenta. No estoy viendo mi propia grandeza. No estoy actuando como un ganador. Y le dí poco valor a la gran creación de mi vida: Mi familia.
¿Les confieso el pensamiento más boludo que tengo? Que ser buen padre, buen marido e ir a trabajar no es nada y no es de grandes hombres. Y yo quiero ser un gran hombre. Por pensar eso estaba por debajo de cualquiera, y llevando a mi familia a una vida de miserias. ¡Que pedazo de pelotudo! Egoísmo en estado puro, y en dosis nocivas.
¿Que hombre no daría un brazo porque las hijas lo esperen y festejen, que una esposa lo ame y le guste hacer el amor con uno, tener un trabajo donde puede ganar 5 veces como mínimo lo que gana la media trabajando lo mismo, y encima en algo que ame, y encima que sea bueno haciendo eso? Señores, yo tengo todo éso, ¿y saben qué? No lo veo. Por eso tanta inestabilidad.
Hoy fue el último día que me sentí mal y con lástima de mi mismo. Ahora hay que arreglar lo mal hecho, ultra valorarme, y vivir la vida que yo y mi familia merecemos. Por lo distintos que somos, extraños, extraterrestres, locos de amor. Por éso.
SER-HACER-TENER. Es hora de valorarme y de "Hacer" lo que hay que hacer para tener la vida que soñamos, y que por todo lo que somos, es absolutamente posible.
¡Gracias Carlitos, Gracias Julio! Les debo una grande (ni se les ocurra pedirme guita)

domingo, 20 de febrero de 2011

Exito y Fracaso: Dos hermanos mellizos.


Un cuentito al mejor estilo Bucay -¡después no me digan que es plagio que el cuento es mio eh!-.
"Éxito y Fracaso son dos hermanos mellizos y van a todos lados juntos. NO SE SEPARAN aunque poseen sutiles diferencias que es bueno comprender para poder tratar con estos hermanitos.
Fracaso siempre entra primero si lo invitás a un proyecto, cualquiera que sea. No es muy agradable verlo, y siempre entra con cara de pocos amigos. Es irritante porque si lo escuchás con atención tiene una honestidad brutal. Te da ganas de trompearlo y te dice cosas que te hacen doler. Pero lo peor es que hace que digas cosas de vos mismo que no son verdad. porque mientras él está vos te decís que sos un boludo y todas esas estupideces, cuando en realidad él nunca te dice eso. Fracaso solo dice en que le chingaste.
Fracaso es el más sabio de los dos. Si lo escuchás tiene unas cosas increíbles para enseñarte. Da la sensación que primero te escupe las cosas en la cara, después se calma y te dice lo mismo y agrega todo lo que tenés que mejorar para ver al hermano, a Éxito. Lo mejor que hay para llevarse bien con él es no esquivarlo ni tenerle miedo. El quiere ser siempre tu mejor amigo. Pero tenés que bancarte su forma de ser. Es duro. Pero sincero y con una sabiduría que si sabés aprovechar te hace un hombre grande.
Éxito es distinto. Es agradable. Es joda pura. Estás con él y sentís que te querés casar y estar toda la vida. Te sentís superior. Más que el resto. Sentís que podrías comerte el mundo si quisieras. Te emociona. Reís y llorás de alegría al mismo tiempo.
Ahora cuando se te pasa el efecto del alcohol en tu cabeza por el festejo, te genera un miedo terrible de perderlo. No querés que se vaya. Te duele el solo pensarlo. ¿ Y sabés por qué? Porque te ponés a pensar: -si él se va, ¿como me como el mundo?- Y ahí podés empezar a chingarle porque para mantenerlo o para creer que él sigue al lado tuyo te metés en deudas, hacés cosas que sabés que están mal solo para mostrar y decir: -¡Miren quien es mi amigo!-
A Éxito le gusta mucho el alcohol, de todo tipo, pero sabe tomar y vos no. Y como te lleva a festejar con él corrés el riesgo de emborracharte... de su presencia.
No es malo. Y sabe que todos lo buscan, pero le gusta estar más con las personas que se bancan a su hermano. Y es obvio: ¡Son Hermanos! se quieren, se defienden y son inseparables.
Si querés que él te busque y quiera ser tu amigo, tenés que querer ser amigo del hermano, o sea, ser amigo de Fracaso, y bancártelo. Como consecuencia, Exito te va a querer y va a desear estar con vos el mayor tiempo posible.
¡Ojo! No están con vos todo el tiempo. Casi siempre aparecen cuando creés que terminaste lo que estás haciendo para decirte el resultado. O sea. O vienen con un Chandón a festejar o tenés que preparar unos mates para una cagada a pedo, a veces, bien larga. Pero siempre, y te aseguro, siempre, después de varias sesiones de mate, si aprendiste. Hay Chandón"
Todo ésto me lo digo una semana antes de terminar el mes, y tengo que llegar a mi meta de ventas. Tengo tantas chances de llegar como de no hacerlo. Y armar este cuentito les sirve a ustedes y me sirve a mi.
Vuelvo a confirmar que el presente, el ocuparse de hacer bien las cosas, el vivir, ahí es donde está la verdadera felicidad. y no estar preocupado por el resultado, sino y vuelvo a decirlo:
¡OCUPARTE DE VIVIR, HACER LAS COSAS BIEN
Y APRENDER DE LOS ERRORES!

jueves, 17 de febrero de 2011

Lo que mata es la Ansiedad


¡Buenas Noticias!
La sensación de vivir en el presente es hermosa. Me siento vivo. Disfruto cada cosa que hago y cada cosa que me pasa. Hasta los enojos se me pasan más rápido. Y también los disfruto. O los comprendo. Comprendo que son parte de mi, de mi ser humano. Como las lluvias y las tormentas para el tiempo. Y no como un defecto de mi personalidad.
¿Qué es lo que empieza a pasar cuando estoy así? Las cosas salen mejor. Vendo más. Y hasta le parezco más sexy a Lau. Y empiezo a ver que podría hacer otras cosas. ¡Tengo tanta capacidad! y perdón si les resulto vanidoso. Solo estoy valorando lo que soy. Soy bueno. Que le vamos a hacer. Los números de mis ventas poco a poco comienzan a acompañarme. Lento. Pero me acompañan. Cargan con los errores que he cometido. Y voy solucionándolos.
Cuando empiezo a pensar en todo lo que podría hacer con tanto que tengo, me agarra como un pequeño bajoncito. ¡Es que me encantaría ya estar ahí! Y al darme cuenta de que estoy entrando en el circulo vicioso de siempre reacciono. A veces tardo un poco, pero reacciono:
NO ESTAS DISFRUTANDO EL VIAJE.
La vocecita de mi conciencia me habla. Y me despierta. Si no disfrutás el viaje, el recorrido se hace largo. Más largo de lo que debería ser. Es que cuando uno no disfruta el paseo es como si Dios te dijera: ¿Para que te voy a dar ésto si todavía no te lo di y lo estás sufriendo? Tengo mucho para ver y aprender en este camino.
Y ustedes se preguntarán -¿Hacia donde va este pibe? y debo reconocerles que hasta hace poco no lo sabía. Había mucho desorden en mi cabeza.
Dejándome llevar y disfrutando de este paso por la vida se fue develando el destino de esta primera parte del viaje. Se ve que el arribo está más cerca de lo que pensé, pero por ahora no puedo revelarlo. Todo a su debido tiempo.
Por lo pronto mientras escribo estas lineas una sonrisa se asoma a mi cara. Y suspiro. Me calmo. Darme cuenta me calma. Escribirles me calma. Hablarles de este viaje y este aprendizaje me calma. Sé que va a ser útil para otros buscadores de su propia verdad como yo, y me alegra el corazón. Son las migajas de la gran torta que hay al final de esta primera parte del viaje de mi vida.
Ups... se me escapó una pistita...

domingo, 13 de febrero de 2011

Mambos mentales, Conclusiones y Soluciones.


Lo que van a leer lo escribí ayer sábado, mientras trabajaba conmigo mismo, solucionándome.
6:45 AM. Escribí en un libro con la historia de mi ciudad y una foto donde estoy y me recuerdan como actor -actué desde los 13 a los 22 años-
"En la búsqueda de un sentido de importancia en mi vida no fui feliz. Me sentía atrapado en la vida de un hombre común. Un hombre que no merecía ser yo. Y a la vez, cuando emprendí una acción, un proyecyo de esos que denomino "de grandeza" volvía a abordarme la misma sensación. Desgano. No tenía fuego. O sí, para comenzar, y no para terminar.
Ya he recibido varios mensajes que aun no logro asimilar. Y la verdad, estoy cansado. Ando con ganas de ser feliz"
10:30 AM. En una estación de servicio. No podía empezar a trabajar. Agarré mi anotador y escribí.
"Dios:
Sinceramente, deseo ser feliz. Quiero dejar de estar una semana bien y otra mal. Me desgasta. Desgasta mi pareja. Desgasta mi familia. Hace que no rinda en el trabajo. Hace que pierda plata. Una mierda. Y encima no puedo disfrutar a mis hijas. Ah... y para colmo cuando estoy bien me quiero ir. Quiero tener un negocio propio y no quiero hacer lo que hago. Mi vida es una cagada. No porque sea una mierda, sino porque la veo al revés. Estoy podrido de vivir así. Obvio que uno tiene días buenos y malos pero ésto ya es el colmo. Y no tiene que ver con un "simple estado de ánimo" Es más que eso.
¿Cómo puedo resolverlo?
Encima justo tengo un trabajo que depende de mi estado de ánimo.
¡No, si yo soy un vivo bárbaro!
¿Como lo resuelvo?
El punto no está en construir algo grande. Porque tuve mi propia productora, y me pasaba lo mismo.
El punto está en vivir el presente. Tener sueños, sí, pero vivir en el presente.
Voy a afianzar mi meta de este año. Sólo por este año no voy a poner proyectos a largo plazo. Sólo voy a vivir en el presente. Una vez que lo aprenda, ahí si empezaré a planificar. Todos los días sacar hacia afuera todo el oro que hay en mí, todo lo bello, todo lo hermoso, solo hoy. Esa es mi gran meta. Una gran meta. Vivir el día de hoy, y sacar, hoy, lo mejor de mí.
El tiempo es oro, y como yo soy oro, tengo que ir a ver clientes para después hacer el amor, y estar con mis hijas"
GRANDÍSIMA META 2011
Vivir el día de hoy.
Sacar todo lo mejor (El oro) que hay en mí HOY.
Todos los días de este año. HOY HOY HOY.

Pd: Todo ésto tuvo resultados inmediatos, si quieren conocerlos solo pregunten... Un abrazo.

domingo, 6 de febrero de 2011

El Miedo y mi remedio casero.


¿Miedo al rechazo, al éxito, a descubrir la verdad, a qué? Di vueltas mucho tiempo tratando de descubrir que era ese sentimiento de desgano, o esas ganas de salir corriendo que me agarraba a veces, justo antes de empezar a buscar clientes, cada mañana. Esa emoción que me abordaba más veces de las que yo quisiera. y que me impedía alcanzar todo mi potencial, y ser, solo durante ese día, el que yo quería ser.
Me encerré una tarde en la habitación. Le dije a Lau que no iba a salir hasta que obtuviera una respuesta. Eso hice. Tome varios papeles, una lapicera y cinta adhesiva. Usé la pared para ver mi mapa mental, que cuando empezó era un desorden mental. Anotaba los conceptos que aparecían en mi cabeza. Rogué escuchar mi corazón, y escuchar a Dios. Los conceptos se ordenaban y desordenaban a medida que aparecía una nueva respuesta. Daba vueltas en la habitación. Hablaba solo. Me decía: "Tiene que aparecer". Y apareció. "Miedo a Vender" ¿Miedo a vender? No era exactamente eso. Pero venía por ahí. Miedo.
Busqué la orientación divina -como verán creo mucho-. Había encontrado la raiz del nudo y era vital desatarlo. pero no sabía como. No tenía la herramienta. En realidad, yo creí que no tenía la herramienta. Recordé una frase de Anthony Robbins que escribió Raul, mi amigo y maestro, en el seminario de superación personal. "Todos tenemos dentro las herramientas para alcanzar lo que queremos" y de nuevo, apareció esa herramienta.
Aclaración: mas que oficio de vendedor, creo que mi verdadera vocación es la de buscador. Buscador de verdades. Me siento como mi ídolo, Indiana Jones, Buscando tesoros dentro de mi mismo. y como en Indiana Jones, yo sólo me dedico a buscar con la certeza de que si lo hago el tiempo suficiente, las verdades aparecen. Así me manejo en la calle, cuando vendo.
Recordé mi infancia, y varios hechos que tenían que ver con mi personalidad de ese entonces, antes de tener 6 u 8 años. Recordé como decía en voz alta las cuentas para que mis compañeros escucharan que yo era más rápido que ellos. Volví a sentir esa seguridad en mi mismo. Recordé como perseguia hasta el baño a las chicas que me gustaban, diciéndoles que las amaba, que iban a ser mis novias y que se iban a casar conmigo. Era perseverante y no escuchaba un No. yo sabía que las iba a conquistar. Recordé como subía al escenario en los actos, como imitaba a Michael Jackson cuando era chico y como cantaba delante del espejo con una guitarra de juguete verde.
¡Que soltura, que personalidad, que caradura, que perseverante, que loco, que genio! y después comencé a recordar cuando se empezó a apagar. Una maestra que me escribió en el boletín "la humildad es una virtud", mi abuela que me retó por eso. Mi viejo que una tarde me dijo que me calmara de acosar mujeres que sino me cambiaba de escuela.
Yo no digo que menospreciar al resto o acosar mujeres esté bien, pero dentro de esos recuerdos estaban las joyas que necesitaba hoy: seguridad en mi mismo, soltura, perseverancia, tozudez y locura. Había encontrado las herramientas, y como usarlas.
Al otro día mientras iba en el auto me encargué de despertar al Germán que había sido, al "Germancito". Al igual que mi vieja cuando iba a la escuela me decía: "¡Vamos Germancito arriba! Tenés que levantarte. Te doy permiso para ser todo lo que quieras ser. Nadie te va a decir nada. Nadie te va a censurar. Te necesito para salir adelante. Mirá hasta donde llegué siendo un boludo, pero con vos, voy a alcanzar las estrellas. Vos tenés la llave del talento, del potencial. Dale. te doy permiso para ser lo que quieras. Hacé lo que quieras. Fanfarroneá, perseguí, contá en voz alta todo lo que logres. Sé el loco. Bailá como Michael" y muchas cosas más. Mientras iba en el auto. Y frente al espejo después de desayunar en el baño de la estación de servicio. Me volví loco.
De más está decir que el numero de gente que logré interesar y las ventas que hice aumentó, y va a seguir así, en aumento. Tengo mucho talento y capacidad para hacer lo que hago. Más que muchos vendedores. No podía ser que tuviera resultados tan mediocres con tanto en mi interior. Ahora, había encontrado la llave.
Obvio que hay que afianzarlo. Fue la primera semana de utilizar mi "herramienta". Hay que seguir hasta que sea carne, hasta que salga del todo. Estamos encaminados.
Recomiendo enormemente buscar antes de los seis años de edad, cuando no tenías miedo de quedar como un pelotudo, cuando jugabas y te creías tus personajes. Ahí están las joyas para animarte a ser lo que quieras. Para poder ser feliz. Todo es un juego. En tiempo presente.